miércoles, 13 de julio de 2011

Morena

Me entran unas ganas locas
de hacerte poesía,
pero de esa alegre
tan poco frecuente,
de esa que te explota en el vientre
transformando de golpe
cada letra en mariposa
cada palabra en sonrisa
cada verso en beso.

Ya le tocara el turno
a la otra poesía,
cuando te alejes irremediablemente
de mi pedacito de sur
y las tardes de estudio
no tengan sol
y cada rincón de la biblioteca
te eche de menos.

Mientras tanto, ahora,
casi sin conocernos,
me apetece decirte
que me pierde
el juego de colores de tu cuerpo
o cuando hablas en valenciano,
cada una de tus mil magulladuras,
cada resquicio de piel de tu cuello,
cada llama que arde en tus ojos,
cada mínimo movimiento de los labios.

Ven a rescatarme un día de estos,
de improviso,
llévame en coche a cualquier sitio,
hazme el amor,
descúbreme de nuevo lo que es la vida.
Un día de estos,
cuando esté a punto de olvidarte.

Mientras tanto, ahora,
casi sin conocernos,
no tenemos que preocuparnos de nada
más que de sonreír.
Porque un día de esos,
de improviso,
vendrá la vida
y nos romperá los esquemas
y nos recordará
y nos conoceremos.