jueves, 2 de septiembre de 2010

Empasionantemente hablando


Empasionadamente hablando
se pueden decir muchas cosas
pero ninguna 
como que me vuelve loco
esa forma de sonreír
cuando nos empasionamos.

Y ya puestos a hablar
puede caernos el cielo encima
que seguiremos quemando
en el infierno de la risa
la cáscara del mundo
para saborearlo 
lentamente
sobre
el paladar.

Será entonces la distancia
la manera que tengamos
para recoger leños
y avivar el fuego
cada vez que se crucen
entre nosotros
miradas cómplices.

Del mismo modo
que cuando lo que crucen
sean oscuros barcos
como fueguitos de vida
alumbremos como faros
las noches invernales

y nunca más haya
navegantes solitarios
perdidos
por el Mediterráneo

(Que nos une y nos des-une, como una mujer perfumadita de brea)


Empasionantemente hablando
se pueden decir muchas cosas
pero ninguna
como que te extraño.

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