martes, 18 de enero de 2011

Línea 1


"No hay más ley 
que la fiebre del oro
 en las minas del Rey Salomón"
Joaquín Sabina



La red de vías se extiende
en el corazón de la ciudad
hasta más allá del mar 
o Austerlitz con transbordo.

Toda la gente del mundo
se concentra en este vagón
y a mí me pareciera
que los amores son más amores
aquí abajo.

Quizás, entonces,
las calles bajo las que vuelo
me guarden una sorpresa,
o la ciudad del frío, que espera arriba
a que se abran las puertas,
decida traerla a mis brazos
y dejarnos pasear por los museos,
el Retiro, Callao, o incluso
por estos túneles
donde nunca nieva.

Pero las ideas bellas
no soportan mucho tiempo
el traqueteo hipnótico
y ya sólo consigo acordarme
de mil y una canciones
y de quinientas noches
perdidas en otra ciudad.

Necesito salir.
Atocha, rompeolas de España,
atención, estación en curva.
Tras las escaleras: Madrid,
tan monstruosamente grande
y ella
tan jodidamente pequeña.

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